Bobbut

Mi niño, maitea... No estás conmigo, pero te veo por toda la casa. Aquí queda tu rastro, en mí quedas tú, siempre tú, en todo momento tú. Tú eras lo único cierto en mi vida, en mi mundo. Tus ojos nada más levantarme, tu calor en mi regazo, tus besos, tus juegos, tu vida. Tú eras mi vida, mi razón para levantarme, para salir, para sonreír, para ser. No estás, mi vida, ya no volverás... Y aquí me quedo yo, sin ti, sin mí. Me faltas, hoy como todos los días, y en lugar de faltarme menos...me faltas más. No puedo ver sin verte, oír sin pensarte, dormir sin buscarte en mi cama, despertar sin llorar por no ver más tus ojos. No me sirve lo que los demás me dicen, sólo llevo conmigo mi dolor, el de no tenerte.

Llegará el día en el que pueda volver a verte, pero aún no ha llegado, no lo supero. No puedo, cariño, aún no. Sólo espero que tú no te acuerdes de mí, sólo espero que no pensases que ya no te quería, que ya no te quiero. Porque, maitea, te quiero. No, no te quiero, te adoro. Mi niño...hoy esto va por ti. Porque no mencionarte no hará que no existas.

Bobbut.